HALLUX VALGUS
Es una deformidad frecuente del pie donde existe desviación del dedo gordo del pie y del primer metatarsiano, en donde además se desarrolla un crecimiento óseo conocido como “juanete”. Es mas frecuente en mujeres, con antecedentes familiares de la deformidad y tiene asociación con el uso de calzado inadecuado. Puede provocar alteraciones de la pisada, dolor al caminar y dificultades con el uso de calzado. Existen distintas alternativas de tratamiento tanto conservador con quirúrgico. Su corrección se logra mediante cirugía, y es necesaria en pacientes con molestias que no ceden con tratamientos conservadores.
PIE PLANO
Corresponde a una condición del pie caracterizada por el aplanamiento del arco plantar medial. De causa congénita o adquirida. En general, asintomático. Los motivos consultas habituales son la deformidad del cazado y alteraciones en el patrón de marcha.
Cuando comienza a generar síntomas, tales como dolor del pie, rigidez o grados variables de compromiso funcional, los pacientes debieran ser evaluados por un especialista para descartar patologías congénitas, tendinopatías del tibial posterior, inestabilidad ligamentosa medial, entre otras causas.
El estudio básico, se efectúa con radiografías de los pies con carga. Mientras que el tratamiento generalmente es por medio del uso de plantillas ortopédicas, calzado adecuado, kinesioterapia u otros. En los casos, en los cuales no existe una respuesta satisfactoria existen diferentes opciones quirúrgicas factibles de llevar a cabo.
PIE CAVO
Es una deformidad del pie caracterizada por el aumento del arco plantar medial, comúnmente reconocidos por la población como pies con el “empeine” alto. De causa congénita, familiar o adquirida. En general, asintomáticos. Dentro de las causas, la más importante en considerar son las secundarias a una patología del sistema neurológico periférico (polineuropatías), debido a que, suelen ser de tipo crónico y progresivo.
El pie cavo cuando comienza a dar manifestaciones clínicas, estas oscilan entre síntomas sutiles y deformidades severas. De esta forma, pueden presentar dolor plantar posterior (fascitis plantar), plantar anterior (metatarsalgia), deformidades de ortejos, dolor o inestabilidad del tobillo, deformidades del antepié y retropié (varo), pie equino u otras manifestaciones.
El tratamiento de los pies cavos sintomáticos es variable, dependiendo de la causa y estado evolutivo del pie. Pudiendo ser conservador (plantillas ortopédicas, calzado, kinesiología) o quirúrgico.